La librería Cabo de Gata abre en Pujaire. Otra librería palpable e independiente

Domingo con una buena noticia. Abre una nueva librería en el Cabo de Gata. En Pujaire.

¿Nombre? Cabo de Gata. En un municipio de 500 habitantes. ¡Todo un atrevimiento y un acontecimiento!

Así nos lo cuentan en La Voz de Almería:

‘Librería Cabo de Gata’ reza el cartel custodiado por un escaparate con novedades y títulos relacionados con la zona y un pequeño cajón de madera que contiene libros de segunda mano. Ya en el interior, el suelo rústico donde no queda rastro de las dos cocheras que un día ocuparon aquel lugar, el mostrador forrado con páginas de ‘Rayuela’ de Julio Cortázar, una muestra de artesanía nijareña, estanterías repletas de libros y la sonrisa de Lola Sánchez.

Lola Sánchez es la agente inmobiliaria afincada en La Almadraba de Monteleva que ha decidido hacer un parón en su vida para fundar la librería que siempre quiso.

Y, desde aquí, el deseo de ¡larga vida!

Coincidiendo en el tiempo, leo el artículo de Luis Ruiz Padrón con motivo del 50 aniversario de Proteo Prometeo.

«Las librerías, frecuentadas por gentes en busca de cultura –de recreo, funcional o transformadora, qué más da–, sirven de lugar azaroso de encuentros, algunos, incluso, no deseados, y permiten el contacto a la vez de lo sensorial y de lo espiritual. Es, frente a lo virtual, lo palpable». Quienes amamos el tacto del papel brindamos por el cumpleaños de Proteo y Prometeo y le deseamos, como mínimo, otros cincuenta años de existencia próspera como librería independiente

 

 

Cuando cierra una librería…

Escrito desde la tristeza…

El miércoles nos enteramos del cierre de Semuret tras 118 años de vida, trabajo y servicio en Zamora.

El jueves, con más alcance mediático, lo cual no indica que la importancia real para los ciudadanos sea mayor, nos informaban del cierre de Los Portadores de sueños.

El viernes, tras 20 años de existencia, la librería-papelería Ortiz de Jaén cierra también sus puertas.

En Almendralejo y en Cuenca, por poner dos ejemplos, también ha habido cierres recientes.

Es muy triste que los cierres, algunos, y no las aperturas sean el trending topic en twitter. Es reflejo o bien de un pesimismo aceptado, o de pensar que será una realidad cada vez más presente. Quizás creamos que por manifestar nuestro dolor y pesar en twitter vaya a cambiar.

La realidad sólo cambiará si compramos en las librerías

En principio, es sencillo, en los grandes números. Bastaría con que 5.000 zaragozanos, un 0,75% de la población, 5.000 jienenses, un 4,35% de la población o 5.000 zamoranos, un 0,09% de la población comprasen, cada uno de ellos 60 euros, cuatro libros al año.

Facilitaría el asunto, para que esto fuera posible que los editores, antes de pensar en las plataformas y demás, que también, dejaran de comercializar directamente casi un tercio del negocio del libro en el comercio interior. Los editores, unos más que otros, deben dejar de ponerse de perfil con este asunto.

Y facilitaría también el reconocimiento que con las actuales cifras de facturación, aunque todos compráramos en librerías, como bien señala Jorge Carrión, el número actual de librerías es, siento decirlo, económicamente insostenible y esto, no lo van a solucionar terceros.

Es una lástima sí, pero es todavía peor vivir ciegos y cegados ante la realidad generando un proceso en el que las propias librerías se canibalizan.

Nada volverá a ser lo que fue. La mirada debería ser creo que con menos prejuicios ante posibles nuevas fuentes de ingresos y modelos. Actividades y cobro por ellas, convivencia con otros productos, comercialización conjunta de libro nuevo y usado… cada uno sabrá.

Y, finalmente, quizás debamos de dejar de decir que ‘ las librerías mueren’. No. Las librerías cierran como tantos y tantos pequeños negocios. Las que cierran, lo hacen porque han dejado de ser rentables, porque hay quien ha llegado al final de su proceso vital y se jubilan, porque les resulta insatisfactoria la profesión o porque encuentran otro trabajo que les llene más.

La literatura no hará que abran. Los planteamientos económicos más serios quizás sí puedan hacer que luego, porque son sostenibles, sigan siendo focos de cultura, activadores de la vida ciudadana y dinamizadores del entorno.

La ecuación al revés, es difícil que funcione.

Paco Puche ya lo escribió hace años con claridad:

ha contribuido a la permanencia una doble visión de la librería como empresa
y como agente cultural, más de esto que de aquello, y siempre respetando los mínimos –
respetando la ecuación “ingresos mayores que gastos más amortizaciones”:
( I > G+A).
Como empresa:
A) Con una visión moderna:
– apostando por el papel como soporte
– llevando una correcta administración
– usando las nuevas tecnologías con precocidad
(fax, cd-rom, informática, etc.)
– cuidando la formación y atención humana
B) No siguiendo la lógica del beneficio sino la de:
– la perdurabilidad: I > G+A
– la atención al cliente
– la creación de un mercado fiel: clientes con cuentas de librerías
– la satisfacción en el trabajo y con el trabajo
– y la del mantenimiento riguroso del precio fijo
C) Fiel a sus principios fundacionales, adaptados a la conciencia de los tiempos, que concretamos en:
– atención a los trabajadores: en sueldos y consideración
– reparto del tiempo de trabajo: 36 horas semanales
– consideración de los socios capitalistas:
*dándoles oportunidades laborales (33% trabajadores)
*repartiendo algunos beneficios
*situándolos en su esfera de decisión: asamblea general
– preocupación ecológica:
*bajo consumo energético
*uso de papel reciclado
*separación en origen de las basuras
*no utilización de productos químicos clorados
* y promoción libros de ecología
– presencia en la ciudad:
*colaboraciones en actividades, publicaciones, etc.
*apoyo y fomento de causas justas
*edición libros locales, en colaboración
Como agentes culturales:
– Haciendo de la librería un lugar de encuentro.
– Colaborando con la ciudad, como hemos dicho.
– Respetando la arquitectura del lugar.
– Leyendo y recomendando libros.
– Haciéndonos, por ósmosis, parte de los libros: 25 años entre
libros no pasan en balde.
“Todo está en los libros, incluidos nosotros”(Francisco Puche; Un librero en apuros. Memorias de afanes y quebrantos; Genal; pag. 49-50)

¡Sigue habiendo muchas librerías abiertas!

Un libro no se parece a ninguna otra propuesta cultural. Valeria Bergalli

Muy interesante la entrevista que Javier Blánquez le ha hecho a Valeria Bergalli, editora de Minúscula. Os recomiendo leerla entera.

Yo dejo, por aquí, mis subrayados particulares:

  • Familia y lectura… «De la parte materna me vino el gusto por la buena literatura, a leer por placer, y por la parte de mi padre, que era profesor universitario, todo lo relacionado con la reflexión, el conocimiento y el aprendizaje».
  • Sobre el boom de las pequeñas editoriales….  En 1999…el futuro ya estaba dibujado, y había un espacio para este tipo de propuestas.
  • Sobre el espacio, los huecos que ocupan las editoriales independientes… Sí, yo nunca hablo de márgenes. Las editoriales independientes no somos marginales, sino que nos insertamos en los resquicios abiertos que dejan otras. La gran concentración editorial había creado una cierta uniformidad en las librerías, estaban compitiendo entre ellas por otra porción grande del mercado. Ahí es donde quedaban algunos espacios libres para libros que los lectores con inquietudes también demandaban, y había la opción de detectar propuestas que se escapaban a esa uniformidad y sensación de saturación. Ahí aparecimos nosotros. El librero Paco Puche hablaba ya en su momento de esos resquicios como huecos. Escribió en su Un librero en apuros (pag. 36)La idea de este teorema surge de un comentario de J.L. Sampedro, que venía a decir que cuanto más grandes sean las esferas, más huecos dejan entre ellas, y que pretendía dar esperanzas a los pequeños frente a las multinacionales.
  • La diferencia entre el ser (lector) y el tener (libros). La gente que lee es poca, o nos parece que es muy poca. Hay una gran diferencia entre leer los libros y tenerlos cerca.
  • La vida sigue igual… Yo diría que, a pesar de todos los cambios que ha habido, eso no ha cambiado: siempre ha habido mucha gente que no lee nunca, una pequeña cantidad de gente que lee mucho y compra mucho, y una zona gris muy amplia de gente que se apunta a leer cuando hay un libro de moda. Entre la gente que lee mucho y visita semanalmente las librerías, no detecto muchos cambios con respecto a cuando empecé. El núcleo duro exigente sigue ahí, ese que va a lo que le interesa y al que el márketing le importa un rábano.
  • Carrera de largo recorrido. Eso nos da seguridad y reafirma lo que dices, que es el fondo editorial lo que, a la larga, otorga esa confianza y esa personalidad. Son libros que la gente ha leído, que han generado un entusiasmo, y unos lectores se los recomiendan a otros lectores, y además te crea una identidad como editorialEs una suerte que un libro no desaparezca de circulación y los libreros lo sigan recomendando.
  • Librería de fondo. La librería es el hilo del que tú tiras y te salen cosas que no conocías, y para eso el fondo tiene que ser rico. Creo que ese es el mejor modelo de librería. Lo que no sé es si se puede hacer a escala más pequeña, y me da miedo que pueda desaparecer.
  • El papel clave de la traducción. Sin la traducción, no existiría la literatura universal, que es algo muy distinto a la literatura internacional. Tiene mucho que ver con la circulación del conocimiento, el verdadero intercambio cultural entre pueblos. Sin la traducción, todo esto no existiría, viviríamos encerrados en la isla de nuestra propia lengua.
  • La ciudad en la construcción europea.  Otra cosa que me interesa muchísimo es cómo piensan el espacio urbano. La idea de Europa que más me interesa es la que tiene que ver con las ciudades.
  • El fascismo del exceso y la velocidadEl exceso de libros nuevos perjudica al lector, porque el volumen de lanzamientos no está organizado acorde con lo que serían los tiempos de lectura real. Un libro no se parece a ninguna otra propuesta cultural, tiene un ritmo más lento, y lleva un tiempo hasta que un lector puede hacerlo suyo. La mejor manera para que un libro circule mucho y bien, más allá de que aparezca en los medios de comunicación o reciba buenas críticas, es que los lectores se lo recomienden entre sí.

Me interesa esta reflexión sobre el volumen de publicaciones y el ritmo de la lectura. Termino con una cita, no de Valeria en este caso, sino de Judy Wacjman en su libro Esclavos del tiempo y pienso en quiénes quieren vendernos nuevos ‘modelos de lectura’ adaptados, en teoría, a ese ajetreo, a ese status, a esa clase pudiente ‘ajetreada’, aparentemente ocupada…

Quizás los discursos culturales que dan valor a las vidas llenas de acción, junto con los elevados niveles de consumo, tengan la culpa del vertiginoso ascenso de la percepción de sentirse ajetreado. De hecho, ese ajetreo puede traducirse no sólo en estrés, sino, para algunos, en la sensación de una mayor felicidad o satisfacción vital derivada de la energía positiva ligada a los estados de excitación. Tal enfoque reformula la discusión en torno a la correlación socioeconómica de la falta de tiempo en un debate sobre las manifestaciones y consecuencias del ajetreo. «Mientras que el concpeto de falta de tiempo tiene connotaciones negativas, ajetreo es a lo sumo neutro, y de hecho puede comportar las connotaciones positivas propias de ajetreo como antónimo de ociosidad» (Oriel Sulliva en Time&Society, 17, nº 1, 2008, pag. 10). Entonces, ¿ha adquirido la noción de ajetreo un nuevo significado positivo en nuestra cultura? ¿Es el ajetreo un símbolo de estatus para quienes disponen de mayor capital social? En un fascinante argumento, Jonatahn Gershuny afirma que, mientras que hace un siglo quienes tenían un mayor nivel de ingresos se definían por su tiempo libre, hoy, en una inversión cde la clásica Teoría de la clase ociosa de Thorstein Veblen, se otorga mayor prestigio a quienes presentan largas jornadas y están más ajetreados en su trabajo… Parte de la resolución de la paradoja de la falta de tiempo consiste en el hecho de que actualmente es el ajetreo, y ya no el ocio, el que ocupa el «lugar de honor». (Judy Wajcman; Esclavos del tiempo. Vidas aceleradas en la era del capitalismo digital; Paidós, pag. 109-110)

20 citas de cara al XXIII Congreso de Libreros. 20. La librería del siglo XXI

Reflexiones a modo de píldoras ante el XXIII Congreso de Libreros en Sevilla.

En dos días, el miércoles 7, empezará el XXIII Congreso de libreros.

Cierro estas 20 aportaciones con un texto algo más amplio de Paco Puche, librero ya jubilado de su trabajo, pero no de su oficio y que también cerrará e intervendrá en el Congreso.

Es un texto que ha aparecido en otras ocasiones en este blog, pero que me sigue pareciendo clarividente y sugerente para el desempeño de la acción librera, sabiendo al mismo tiempo como diría Carlos Pascual, que esas líneas y reflexiones que Paco sugiere, cada uno las deberá concretar en su idea y tiempo concreto.

¡Feliz y provechoso Congreso amigos!

1.- La función informadora. Se trata de tener todas las bases de datos necesarias, o su acceso online.

2.- La función recomendadora. Se trata de transmitir el saber conspicuo y creíble sobre los contenidos de los libros, que se aprende con el amor y la experiencia.

3.- La función de encuentro. La librería palpable será siempre un lugar de reunión de gentes y de cruce esporádico de personas.

4.- La función cultural. Tener una postura activa en la difusión de la cultura y el pensamiento.

5.- La función civilizatoria. En los tiempos que corren hay que fomentar los valores de no violencia, solidaridad, sabiduría y frugalidad y ‘solaridad’.

6.- La función de resistencia.- Los huecos están ahí, pero es necesario ocuparlos. Como hemos visto en el 15-M existen otras posibilidades.

7.- La función endógena.- La empresa cultural librera debe incardinarse en su medio social.

8.- La función de etnodiversidad. Hay que fomentar las lenguas y culturas locales. Mantener libros de fondo.

9.- La función de servicio polivalente. La librería palpable tiene en su mano proporcionar todos los servicios, incluidos los virtuales.

10.- La función corporal. Propiciamos el poder tocarnos, en estos tiempos de virtualidad y rechazo.

11.-La función laboral. Tenemos los medios para dignificar el trabajo.

12.- La función empresarial. Podemos representar polos de fomento de la escala humana. Tendremos que apostar por formas empresariales cooperativas.

13.-La función poética. Podemos seguir repartiendo sueños.

14.- La función se ‘solaridad’. Hay que caminar hacia la librería solar.

Sobre todas ellas os podéis explayar en el libro Memoria de la librería, editado por Trama editorial en el que se incluyen también las reflexiones de Carlos Pascual, de Marcial Pons y Antonio Rivero de Librería

Proteo y Prometeo, premio a la resistencia y a un modelo

El viernes pasado a la tarde en la librería Proteo y Prometeo tuvo lugar la merecida entrega del premio Librería cultural 2017.

Proteo premio librería cultural. Foto CEGAL
Proteo premio librería cultural. Foto CEGAL

Sur, lo titula: la resistencia tiene premio.

Javier Pascual creo que estuvo fino cuando afirmó, según recoge el periódico: «leer es hoy una forma de resistencia». «Los que entramos a las librerías buscamos ser confundidos y crear un conflicto con las ideas que tenemos», aseveró.

Y algo de esto ha existido siempre entre los muñidores de Proteo-Prometeo.

Con Paco Puche, ya jubilado, es con la persona con la que he mantenido más contacto y él ha aparecido más de una vez por este blog.

Quizás no esté de más volver a acercar hoy los retos que Paco atisbaba hace 12 años y que creo siguen estando presentes:

1º Reto: la propia convicción del sector librero sobre su viabilidad, a la vista de las cuatro grandes amenazas del sigloXXI ( heredadas del XX) : la multinacionales; los retos al soporte papel y a las librerías palpables de resultas de las nuevas tecnologías; la banalización de la existencia, y la permanente agresión a los sectores independientes con la ofensiva  neoliberal-capitalista.

2º Reto: la prisa. Para leer se necesita una vida más sosegada, y una filosofía que la sustente.

3º Reto: la crisis ecológica que puede afectar al soporte papel.

4ª Reto: la concentración horizontal del sector ( menos empresas produciendo más libros) y la vertical (grandes empresas siendo a la vez editores, distribuidores y libreros).

5º Reto: la huida del sector hacia adelante. Cada vez títulos, no demasiado manejables y con unos costes económicos y ecológicos de transporte a todas luces insostenibles.

Detrás de Proteo y como parte esencial de su forma de entender la librería siempre ha existido una lectura y un modelo económico, político, ecológico y cultural.

Y de nuevo se vuelve a demostrar que no todo es lo mismo.

Me alegro pues de que la resistencia triunfe, de que determinados modelos y modos de hacer sigan estando presentes y también de que los libreros lo celebren con cierta humildad y no con ese ‘falso boato’ que otros reclaman y que a menudo sólo lleva a que se haga patente el intento simplón de convertirse en ‘autofinalidad’ sin sentido, tal y como nos lo recuerda hoy mismo Pedro Layant acercándonos una cita de José Ramón Insa.

Felicidades amigas de Proteo y ¡larga vida!

Proteo Prometeo premio Librería cultural

La librería Proteo-Prometeo de Málaga ha recibido el Premio Librería Cultural 2017 que organiza CEGAL.

Me alegra mucho este premio.

«Proteo Prometeo, librería en la que a veces uno se refugia de las inclemencias de la vida». Como escribe hoy José María de Loma

Fundada en Málaga en 1969, “en una época en la que comíamos cultura a dos carrillos y las librerías eran hervideros de curiosos y despachos de libertad, en las que la joven democracia tomaba su aliento”, en palabras de su fundador el librero Paco Puche. El jurado ha destacado su trayectoria, presencia en la vida cultural de la ciudad, e incansable y original labor por el libro. También ha valorado muy positivamente la implicación gremial y sectorial de la librería y de su actual director, Jesús Otaola.

Aprovecho para retomar un texto quizás poco conocido de Rosa Anaya en relación a Proteo, del año 2002 y que refleja toda una trayectoria y forma de trabajo.

Nuestra empresa trata de pensar de otra forma, con Cerebro para satisfacer al cliente, dando servicio, diferenciando la oferta de la inundación de novedades sin fin que sufrimos, recomendando libros de calidad, integrándolo dentro de nuestro proyecto.

Nuestra empresa actuará con Corazón, de cara al personal manteniendo el empleo fijo, sueldos dignos, con participación del trabajador en el capital de la sociedad y en toma de decisión

Otro modelo de empresa es posible una socioeconomía que pivota sobre lo que se considera el factor C: comunidad, cooperación y corazón (Ver artículo periódico CincoDías, 17/04/2002). Es una alternativa posible y rentable.

La economía solidaria es un movimiento de transformación de la realidad socioeconómica cuya filosofía y valores están basados en desarrollar proyectos basados en las personas que supone trabajar por la creación y estabilización del empleo; promocionar un modelo de empresa participativa, donde las personas puedan desarrollar sus capacidades; apostar por modelos de gestión democráticos, transparentes y equitativos; respetar el medio ambiente; favorecer relaciones comerciales justas o recuperar actividades productivas tradicionales. No se trata tanto de una crítica al modelo de empresa tradicional como de materializar esta otra en soluciones concretas a la búsqueda de un cambio social mucho más profundo. Esto es el factor C: comunidad, cooperación y corazón. Comunidad porque lo comunitario está delante de lo individual; cooperativo porque frente a la competitividad, si todos arrimamos el hombro, el resultado es bueno y el proceso para llegar a él es educativo y enriquecedor; corazón porque queriéndonos más trabajaremos mejor. (en «SIGUIENDO EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS» (Experiencia de la Implantación de Calidad en Librerías Prometeo y Proteo)

No quiero terminar sin recordar de nuevo las funciones que Paco Puche, uno de los fundadores de la librería, propuso en su momento para la librería de ‘estos tiempos’ y sobre las que os podéis explayar en el libro Memoria de la librería, editado por Trama editorial en el que se incluyen también las reflexiones de Carlos Pascual, de Marcial Pons y Antonio Rivero de Librería Canaima.

1.- La función informadora. Se trata de tener todas las bases de datos necesarias, o su acceso online.

2.- La función recomendadora. Se trata de transmitir el saber conspicuo y creíble sobre los contenidos de los libros, que se aprende con el amor y la experiencia.

3.- La función de encuentro. La librería palpable será siempre un lugar de reunión de gentes y de cruce esporádico de personas.

4.- La función cultural. Tener una postura activa en la difusión de la cultura y el pensamiento.

5.- La función civilizatoria. En los tiempos que corren hay que fomentar los valores de no violencia, solidaridad, sabiduría y frugalidad y ‘solaridad’.

6.- La función de resistencia.- Los huecos están ahí, pero es necesario ocuparlos. Como hemos visto en el 15-M existen otras posibilidades.

7.- La función endógena.- La empresa cultural librera debe incardinarse en su medio social.

8.- La función de etnodiversidad. Hay que fomentar las lenguas y culturas locales. Mantener libros de fondo.

9.- La función de servicio polivalente. La librería palpable tiene en su mano proporcionar todos los servicios, incluidos los virtuales.

10.- La función corporal. Propiciamos el poder tocarnos, en estos tiempos de virtualidad y rechazo.

11.-La función laboral. Tenemos los medios para dignificar el trabajo.

12.- La función empresarial. Podemos representar polos de fomento de la escala humana. Tendremos que apostar por formas empresariales cooperativas.

13.-La función poética. Podemos seguir repartiendo sueños.

14.- La función se ‘solaridad’. Hay que caminar hacia la librería solar.

¡Felicidades amigas!

Murcia. La Montaña Mágica y La Madriguera del Conejo Blanco, mucho más que librerías

Las librerías, la mayoría, no funcionan desde la lógica de los ‘mercados globales’. Más bien intentar hacerlo desde la óptica glocal con el convencimiento además, cuando es un proyecto consciente, que su valor está en la cercanía al público que por especialización y proyecto hayan escogido como sus destinatarios. Esto no siempre quiere decir que sea el geográficamente más cercano.

Ello, si están atentos a las tendencias les suele situar en muchas ocasiones en una situación de ventaja competitiva por su mayor capacidad de adaptación al medio y por saber aprovechar ‘los huecos’ de los que ya habló hace mucho tiempo Paco Puche.

Los proyectos conscientes, además, tienen también clara la idea de la necesidad de contextualizar la oferta que hacen y hacerla compatible con otros referentes culturales porque los lectores a los que se dirigen no son sólo lectores. Este es probablemente uno de los sentido de la afirmación de Manuel Ribero, hacedor de La Madriguera del Conejo Blanco: «Yo no quería un comercio, sino un proyecto».

 

En la provincia de Murcia han nacido dos nuevos espacios para lectores: La Madriguera del Conejo Blanco en Murcia y La Montaña Mágica en Cartagena.

No es de extrañar, por lo tanto, que los discursos en ambos casos vayan muy pegados a la cultura.

«Hemos puesto en marcha un espacio cultural donde la gente se encuentra a gusto y era uno de mis objetivos».

«está creciendo una corriente cultural muy grande, hay mucha vida cultural que hay que fomentar y que debe existir siempre»,

The Guardian está publicando una serie sobre librerías independientes de todo el mundo preferidas por los lectores que merece la pena y seguro que aportará algunas ideas y sugerencias libreros.

 

La realidad siempre se esconde y se muestra en lo pequeño y en los detalles…

texturas1Hoy a la mañana al ir a preparar y coger un material para una jornada de trabajo con una más de las pequeñas (grandes) empresas que forman en su conjunto tan disjunto ese sector que llamamos ‘el del libro’ me he encontrado casi perdido entre las páginas uno de los primeros elementos promocionales de la Revista Texturas.

Os invito a hacer un repaso de los nombres que aparecen. Comprobaréis que los había ya de todo ‘pelaje y condición’ y casi todos, por no decir todos, siguen, diez años después, aportando visiones distintas dentro del mundo de los libros, la lectura, los contenidos y la cultura.

Un mundo con muchas visiones y en el que te das cuenta sobre todo cuando se está a pie de obra con empresas que los grandes números , las grandes lecturas casi nunca son fiel reflejo de la realidad que las empresas viven en su cotidianidad y en sus planteamientos y expectativas; donde casi nunca el discurso cuadra con el hacer ni aporta excesivas pistas. poco más, en ocasiones, que alguna luz en el horizonte.

En el fondo, la ‘teoría de los huecos’ de Paco Puche vislumbraba ya esta realidad que cada vez, y son muchas, que me encuentro con lo pequeño, cotidiano y distinto se me confirma de nuevo y me hace, además, seguir manteniendo siempre el principio de esperanza basado en la realidad de todos los brotes verdes.

Hoy además como territorio para la nostalgia he trabajado cerca de donde hace casi treinta años empecé mi relación con el sector del libro.

He vuelto a recordar y conversar sobre el barrio de hace 30 años, su evolución, sus esperanzas. A comer con quien y en donde ya hacía 30 años que está abierto y allí sigue después de más de una ida y vuelta.

Hoy se han juntado, desde lo pequeño, algunos detalles para el recuerdo… y he vuelto a disfrutar, como casi siempre, del trabajo de acompañamiento a lo hermosamente pequeño e ilusionante.

Librerías de Barcelona. Pequeños espacios para grandes ideas

Lectura Lab recoge la información que Mercy Pilkington ha publicado en Goodereader. Según el periodista, los lectores encuentran los libros donde están; es decir, en las librerías, ya sean virtuales o analógicas. No los compran directamente a la editorial, porque en la mayoría de los casos, no saben quién es el editor.

En esta línea de reconocimiento del papel de mediación El Periódico nos presenta 12 pequeñas-grandes realidades que han florecido en los últimos tiempos en Barcelona.

Como siempre recomiendo la lectura completa del artículo (en catalán) nosotros aquí sólo vamos a hacer un pequeño guiño a alguna característica diferencial de cada una de ellas.

Nollegiu se define como un ‘probador’ de libros.

Calders, la librería especializada en libros, con un compromiso especial con los autores locales.

La Caníbal. Los libros como arma para transformar la sociedad.

+Bernat. Un ‘almacen cultural’ para promover la cultura, el voluntariado y la participación diudadana.

Re-Read. Re-Venta y Re-Compra con organización librera.

Ona. Compromiso con la lengua y cultura catalanas.

Gigamesh. El paraíso de la ciencia ficción.

La Memòria. El nombre ya lo dice. La historia es lo suyo.

Espai Contrabandos. El espacio de los editores políticos unidos en ‘Contrabandos’.

Pequod llibres. Independientes y segunda mano.

La Impossible. La pasión por el oficio de librero y las ganas de ofrecer un punto de encuentro.

– Consumició Obligatòria. Segunda mano conviviendo con otros soportes culturales.

Por cierto. Todas ellas están en nuestra lista de ‘LIBRERÍAS TWITTERAS’ que ya supera los 500 miembros.

Continúa la tendencia hacia la especialización, entendida ésta, bien como dedicación a un tipo de libros de fondo más que a libros de fácil venta (best sellers), bien como dedicación a una determinada materia (derecho, infantil, etc), bien como dedicación a un tema que abarca otros productos además del libro (…), o bien como un modo diverso de efectuar sus ventas (librerías por teléfono, con video tex, etc…) (Francisco Puche; Un librero en apuros. Memorias de afanes y quebrantos; Genal; pag. 43)

QueLibro de Cervantes. No ¿Qué Libro?

Ayer empezó su camino tranquilo de puesta de largo el nuevo desarrollo que ha hecho la Librería Cervantes de Oviedo. QueLibro.

¿Es una aplicación de lectura? NO

¿Es una aplicación para descarga de libros electrónico? TAMPOCO

quelibro

Sí es una aplicación que nos permite ir guardando las referencias de los libros leído, de los libros por leer, de aquellos que se vayan a publicar, así como, si queremos, gestionar desde la misma el pedido automáticamente.

Que andas ojeando un periódico y ves un título que te interesa. ¡A la aplicación!

Que sale un título en una conversación…¡A la aplicación!

Que ves algo en Amazon porque te has equivocado… ¡A la aplicación!

Que estás ya en el Día del Libro desbordado de libros, rosas o borrajas, según donde estés, y ves algo que te interesa… ¡A la aplicación!

Te permite, también incluir la información scaneando el código de barras si es que eres pelín torpe para teclear.

Luego ya decidirás si se queda en tu repositorio bibliográfico, si lo compras, si lo regalas o si lo acabas borrando.

Y por qué los de Cervantes se lían en estas cosas. Quizás, entre otrs razones por lo que en su momento contó Concha Quirós cuando le entrevistaron los amigos de Sílex

Estoy convencida que volvería a ser librera tantas veces como la vida me diera la oportunidad de hacerlo

Y si llevan casi 100 años enredando, no lo van a dejar de hacer ahora porque para seguir teniendo la oportunidad de seguir siendo librera hay que ir un paso por delante y eso, doy fe de primera mano, siempre lo han intentado.

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Paco Puche planteó en su momento un pequeño manifiesto sobre Las Funciones del librero en la era cibernética que no está de más recordarlos hoy. Sé de la histórica buena relación entre esos dos polos Málaga-Oviedo y me permito sólo marcar en negrita a qué funciones más concretamente da respuesta esta nueva propuesta.

1.- La función informadora. Se trata de tener todas las bases de datos necesarias, o su acceso online.

2.- La función recomendadora. Se trata de transmitir el saber conspicuo y creíble sobre los contenidos de los libros, que se aprende con el amor y la experiencia.

3.- La función de encuentro. La librería palpable será siempre un lugar de reunión de gentes y de cruce esporádico de personas.

4.- La función cultural. Se trata de tener una postura activa en la difusión de la cultura y el pensamiento.

5.- La función civilizatoria. En los tiempos que corren hay que fomentar los valores de no violencia, solidaridad, sabiduría y frugalidad.

6.- La función de resistencia.- Los huecos están ahí, pero es necesario ocuparlos.

7.- La función endógena.- La empresa cultural librera debe incardinarse en su medio social.

8.- La función de etnodiversidad. Hay que fomentar las lenguas y culturas locales. Mantener libros de fondo.

9.- La función de servicio polivalente. La librería palpable tiene en su mano proporcionar todos los servicios, incluidos los virtuales.

10.- La función corporal.- Propiciamos el poder tocarnos, en estos tiempos de virtualidad y rechazo.

11.-La función laboral : Tenemos los medios para dignificar el trabajo.

12.- La función empresarial: Podemos representar polos de fomento de la escala humana.

13.- La función virtual : Estamos mejor preparados que cualquier parvenu para dar este servicio adicional.

14.-La función poética: Podemos seguir repartiendo sueños.

Añadiré sólo dos cosas:

– Todas las demás funciones, las encontrarás también en Cervantes.

– Primero deben ser siempre las funciones. Lo que se haga y desarrolle debe de estar a su servicio para que nunca se pierda el sentido.

Ellos ya nos adelantaban hace poco lo que pretendían.

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Libros y salsa de tomate ¿cambian los tiempos?

Veo hoy en el perfil de twitter de las librerías Diego Marín lo siguiente

En La criatura creativa nos cuentan:

Estoy totalmente enamorado del trabajo de la ilustradora rusa Maria Mordvintseva-Keeler. Y en concreto, de la iniciativa “Food for thougt book” con la que ha creado una pequeña colección de libros enlatados con un diseño realmente encantador.

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Todo esto me trae a la memoria un texto de Paco Puche de hace 10 años

Libros y salsa de tomate son dos productos antitéticos, porque nos llegarían por la misma logística y la mitad de las veces los bestsellers, sin ellos quererlo, vendrían entintados de rojo, y nada más lejos de la intención de los fabricante de semejante metamorfosis. Los libros que quedasen a salvo habría que venderlos retractilados con las latas de tomate, que vendrían recolgadas a espaldas de los libros, a modo de mochilas.

Esperemos que estos libros no necesiten del frío y del frigorífico con el que se topó en una ocasión Manuel Bragado.

Cada vez son más frecuentes en estos mundos que algunos quieren poco palpables las mediaciones estéticamente enriquecidas que, como si se tratara de comida que nos agrada nos lleve a afirmar ¡Me gustan los libros!

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Creo que todo ello debería tener cabida en las ‘librerías-delicatessen’.

 

Librerías y comunidades cómplices. Jordi Carrión

Ya escribió el sabio librero Paco Puche en el 2004

A las pequeñas librerías, sólo la presencia cooperativa con el medio social circundante nos proporcionará la imagen social y la clientela necesaria para subsistir económicamente, dando unos servicios culturales al barrio o pueblo en el que se está incardinado. (pag. 51; 2004)

Jorge Carrión vuelve a recoger esta idea en una reciente entrevista en La Jornada cuando dice:

Lo que va a ocurrir, intuyo, es que serán menos frecuentes las librerías muy grandes y mucho más frecuentes y normales las pequeñas, de cercanía, en la cual el librero es un prescriptor de una pequeña comunidad de cómplices.

Paco le dio unas cuantas vueltas más al asunto y se preguntaba, siguiendo lo que denominó la teoría de los huecos:

¿Por qué se mantienen estos espacios, cualquiera que sea el tamaño de las fusiones y concentraciones? La respuesta puede ser que hay tendencias inscritas en la condición humana, tal como hoy la conocemos, que se resisten a ser reducidas: es el amor a las cosas, el soñar, la necesaria sociabilidad, la dignidad, la búsqueda de la utopía y de la libertad. Siempre habrá algunos “salmones” que yendo contracorriente restauren las condiciones del vivir humano. 

Para nuestro sector en este orden de argumentos, apuntamos la siguientes características libreras, que generan huecos: 

– Librerías palpables: que dan calor, tres dimensiones y fomentan la agorafilia.

– Ventaja cultural competitiva: a través de la pasión por los libros.

– Librerías de la ciudad: por su incardinación en el medio social.

– Librerías de equipos humanos: por la importancia dada al factor humano.

– El librero como” envenenador”: porque mantiene la prescripción, el fomento del fondo y la pasión por el objeto papel.

Jorge señala con inteligencia que la evolución del tejido librero no va a ser la misma en todos los países porque, al fin y al cabo, las realidades de partida son también distintas, pero sí cree que lo señalado vale para América del Norte, Europa, Australia y Sudáfrica.

Y en esas andamos, buscando y creando huecos.

Memorias de un librero de Héctor Yánover vuelve a ver la luz en el Día de las Librerías

«Un librero es alguien que cuando descansa, lee; cuando lee, lee catálogos de cubierta_Yanover_weblibros; cuando pasea, se divierte frente a las vidrieras de las otras librerías; cuando va a otra ciudad, otro país, visita a libreros y editores». (Héctor Yánover)

Trama editorial, coincidiendo, casualidades que tiene la vida, con el Día de las Librerías reedita Memorias de un librero (22 €) de Héctor Yánover.

Héctor Yánover (1929-2003),“el más famoso librero de Buenos Aires”, regentó la mítica Librería Norte, en avenida Las Heras de esta ciudad. Desde 1971 todos lo visitaban para escuchar sus consejos: críticos, novelistas, poetas, lectores novatos…; de él se decía que era una fuente única de referencias bibliográficas.

También poeta y escritor, algunas de sus obras más conocidas fueron: «Hacia principios del hombre», «Las iniciales del amor» y «Sigo andando».

En los años sesenta grabó las voces de Borges, Cortázar, Neruda o García Márquez leyendo sus textos y los editó en discos. Yánover fue también director de Bibliotecas Municipales y de la Biblioteca Nacional de la República Argentina, de esta última entre 1994 y 1996.

Algunas perlas ya históricas: yanovercaricatura

  1. Un libro comienza a serlo cuando se lee, cuando cumple su función de unir al escritor con el lector.
  2. En la librería Masperó, en París, pusieron un cartel que decía: «La derecha nos quiere suprimir; si ustedes siguen robando libros, tendremos que cerrar. No colabore con el enemigo». Cerraron.
  3. A esta altura se me ha desarrollado tanto el ojo que puedo hacer el diagnóstico por el iris. Por la vidriera. Por las mesas. Por el aire de una librería.
  4. Hay quienes creen que, si van a la imprenta de la esquina de su casa y entregan un manuscrito, ya están en el camino que lle­va a la fama y a la riqueza
  5. Hay librerías que son cementerios de palabras, con nichos hasta el techo, parvas en los rincones y paquetes sobre las mesas; hay librerías donde las palabras son gatos durmiendo en los sillones, con moños rosas y una caja de bombones; hay librerías donde las palabras se avergüenzan y donde Shakespeare y Goethe –si los encuentras– están de espaldas para que no se los reconozca…

Pedir libro

memoriadelaliberia

Y hoy, tampoco está de más recordar a Carlos Pascual, Paco Puche y Antonio Rivero en su Memoria de la librería

Presentes y futuros de las librerías. 6. Apertura, sostenibilidad y ecología

Hoy en el carrefour había un libro de mitología con buena pinta. Retractilado. Le pregunto a la dependienta
– ¿puedo abrirlo para verlo?
– No, no se pueden abrir los envases.

Este texto ‘robado’ a Álvaro de su muro de facebook y publicado por él en época navideña nos sirve como guiño para señalar alguna otra diferencia de valor entre las librerías y los vendedores de libros retractilado, entre los que pueden apostar por el contenido y los envases. No olvidemos que el kindle, en el fondo, es también un envase con su retractilado propio en la medida que nos impide el préstamo y la apertura de contenidos a otros.

Desde una postura de apertura encontraremos probablemente cercanía con los lectores (personas lectoras, no aparatos contaminantes) ecológicos tal y como nos los decribe Javier Ruiz.

Al fin y al cabo tal y como reflexiona El Roto parece que en todas las esferas hay que seguir buscando cambios de rumbo.

cambioderumboEl sector en su conjunto y las librerías también no deben dejar por ejemplo de lado ni el reciente informe de Intermon, quiénes generan desigualdades en el sector, ni las reflexiones que inciden en los retornos sociales de la cultura más allá de los económicos.

No está de más que nos mantengamos atentos a los aparentes avances de los que cada vez se benefician menos y de las lógicas de negocio que empobrecen y matan tejido pensando que más allá de lo meramente comercial hay siempre una filosofía, un cierto modelo de hacer las cosas.

Paco Puche, ya jubilado, ha reflexionado y lo sigue heciendo desde las ópticas, de la sostenibilidad y la ecología aplicadas también al mundo del libro y a la librería y así en esta falsa era cibérnetica, más era de desigualdad cada vez más apabullante, anticipaba algunas de las funciones del librero recogidas en Memoria de la librería.

A modo indicativo, que no exhaustivo, se me ocurren para el librero de estos tiempos las siguientes funciones diferenciales :

1.- La función informadora. Disponer y ofrecer todas las bases de datos necesarias, o su acceso online.

2.- La función recomendadora. Transmitir el saber conspicuo y creíble sobre los contenidos de los libros, que se aprende con el amor y la experiencia.

3.- La función de encuentro. La librería palpable será siempre un lugar de reunión de gentes y de cruce esporádico de personas.

Seguir leyendo «Presentes y futuros de las librerías. 6. Apertura, sostenibilidad y ecología»

El cierre de Catalonia, ¿la punta del iceberg de lo que está por venir?

Con el cierre de Catalonia volvemos al momento de los panegíricos.

plañidera

Quien esté un poquito al tanto de cómo anda el sector no creo que se extrañe del fin de esta larga agonía que, además, quizás haya contagiado también a alguno de sus socios.

Siento decir que tengo la sensación, por lo que he podido hablar y sobre todo escuchar, que lo ocurrido con Catalonia puede marcar una tendencia de cierres a lo largo de este año.

Las bajadas de ventas de los editores a las librerías, sean estas pequeñas o grandes, por lo que he podido contrastar se mueve, en un acumulado de los tres últimos años, en cifras que rondan entre un 50% y un 25%.

El margen de ‘juego especulativo’ que podían dar las devoluciones de fondos hacia distribuidores y editores, la burbuja de la movilidad, ha llegado prácticamente a su fin el año pasado y por lo tanto no queda ya prácticamente dinero-libro volátil a no ser que se quiera ir cambiando de posición los libros en las estanterías para que estas parezcan llenas por el falso juego de lomos por portadas.

La crisis económica, con incidencia en el consumo tanto de los particulares como de las instituciones, retraerá todavía más el mercado y las posibles peticiones de créditos no arreglarán nada si no se cambia el modelo: menos especulación (novedades automáticas, depósitos…), más compra en firme y mayores márgenes para riesgos compartidos si es que se quiere superar la situación de manera coordinada y compartida.

La realidad griega que dibuja Manuel no esté, posiblemente, muy lejos de la española.

No hay que olvidar tampoco la debilidad que van a empezar a sufrir las distintas asociaciones sectoriales con la pérdida de las nominativas, que nos hará ver también importantes reajustes=disminución de profesionales en las mismas y dificultará, suponiendo que alguna vez hayan existido, reflexiones de calado y radicales sobre el presente-futuro de un sector con muchas caras y ángulos. ¡Al tiempo!

El sector, en su conjunto, pretende seguir moviéndose bajo un halo de proteccionismo y balones fuera con una actitud de plañidera que hace que las lágrimas de cocodrilo desvirtúen la realidad.

Los Mac-Donalds, también los del mundo del libro, irán copando, a este paso con suma facilidad, los espacios que vayan quedando libres. Aunque siempre nos queda la esperanza de comprobar si la ‘teoría de los huecos‘ que dibuja Paco Puche y que se recoge en Memoria de la librería tendrá todavía tiempo de realizarse quizás con nuevos agentes.

Lo dudo. El sector hace tiempo que ha entrado en una dinámica de silencio y grito quejoso abandonando el trabajo estratégico a largo plazo y su redimensionamiento en función de la nueva realidad económica y de los nuevos hábitos lectores y de consumo.

Veremos a lo largo del 2013 un redimensionamiento por cierres no solo de librerías, sino de editoriales y de distribuidoras, mientras el coro de plañideras sigue llorando a los muertos y no haciendo nada por los vivos.

Coda propositiva

Tiempos de lectura tranquila, de recuperación de textos reflexivos y propositivos, de ver lo que otros dicen y hacen. Todo, por ahora con calma, cierto silencio y en busca de la ‘solitariedad’.

En Memoria de la librería me encuentro con este texto de Paco:

Crear y resistir; hacerse un hueco que los hay; avanzar en el mutualismo; mantener lo palpable; combinar el papel con lo digital; conservar a Gutenberg; luchar contra los monopolios; no engordar a los verdugos; saber que el capital financiero no tiene alma; estar a la altura de la cultura que manejamos; tener constancia de que vivimos tiempos cruciales; ir hacia valores que no tengan que ver con el mercado; construirse con otros, en vez de tratar de acumular o consumir; darle al dinero un mero carácter instrumental; tratar de ser a la vez más felices y solidarios; aprovechar la profesión que ayuda a ser más dignos; aprender de los encuentros; huir de lo libresco: que la vida penetre en los intersticios de la actividad librera; hacer cuentas y no dejarse llevar por las oleadas de euforia financiera; darle al trabajo todo el protagonismo; practicar la solidaridad; estar inmersos en la solaridad; saber de solitariedad; tener los pies en la tierra: ser realistas y valorar las tareas campesinas que nos alimentan; tener la cabeza en las nubes: soñar, imaginar, pensar, utopizar; salvaguardar la casa de las palabras. Todo esto es lo que recomendamos. Como se puede ver, todo esto empezó en el tiempo del Mayo francés y termina en la época de las revoluciones de las plazas del Magreb y en las ocupaciones del 15-M, ambas fechas preñadas de esperanza.

Para terminar definitivamente, quedaría colmado si se me pudiese predicar aquello que Cicerón sentenció en su De senectute, en una versión adaptada a este final:

‘Vivió una larga experiencia en beneficio de otra época’

(pag. 129)

Memoria de la libería ya en mis manos

Uno sigue prefiriendo el papel. Probablemente esté en mi ‘chip evolutivo’. Así que cuando llegué ayer a casa y me encontré con él me hizo una ilusión especial.

Recuerdos de tiempos vividos.

En un vistazo rápido me encuentro, en el capítulo de Paco, cartas cruzadas con Carlos Pascual, otro de los autores. Ya solo el conocimiento de las mismas y de lo que se puede mover, la búsqueda a su manera del procomún entre libreros, merece la pena.

Pero para conocerlas tendréis que comprarlo que, de eso viven los libreros, los editores y, muy en parte, los autores.

La ventaja de conocer y haber compartido tiempo y proyectos de primera mano

Memoria de la librería

Rosa Montero escribía hace tiempo en un artículo:

De todos es sabido que hoy los nietos no existen, o tal vez lo que ya no exista sea la continuidad de la memoria; esa armonía básica de sentirse heredero del pasado y precursor del porvenir, la certidumbre de pertenecer, pieza diminuta, pero necesaria, a la cadena del tiempo. ( Vidas enteras; artículo)

Trama Editorial en su colección Tipos móviles nos acerca una parte de esa cadena del tiempo en la librería de la mano de tres grandes libreros: Carlos Pascual, Paco Puche y Antonio Rivero.

Recojo del Sumario:

MEMORIA DE LA LIBRERÍA relata las peripecias de tres grandes libreros españoles, Antonio Rivero, Carlos Pascual y Paco Puche, tres empresarios que provienen de realidades bien diferentes y que, sin embargo, alumbran los caminos que este sector debe seguir transitando.

“Recuerdo muchas mañanas de sábado (…) cómo don Miguel [Artola] bajaba al sótano de nuestra librería para «echar una mano» en la apertura de los paquetes extranjeros. ¡Quién iba a quitarle a él el privilegio de disponer del último título publicado sobre el Estado moderno o sobre la Revolución Francesa que nos podía ofrecer cualquiera de las prensas universitarias internacionales!» Carlos Pascual

“No, no se puede medir el efecto que tiene una librería en la ciudad que la acoge, ni la energía que despliega en sus calles, que transmite a sus habitantes. Desde luego, no bastan números de clientes y ventas, ni cifras de negocios, porque el influjo de la librería en la ciudad es sutil, secreto, inaprensible.” Paco Puche

“Sé que no puedo ser imparcial, pero entiendo que hay entidades que un país no puede permitir que desaparezcan: los museos, las bibliotecas, los teatros… y tampoco las librerías. Todos son elementos que acercan la cultura a la gente, y el país que quiera progresar tiene que apoyarlos claramente.” Antonio Rivero

Tres librerías que no son solo memoria, sino que son también presente y, ojalá, futuro: Proteo, Marcial Pons y Canaima.

Yo ya me lo he pedido.

De librero a librero….

Paco Puche publicó a mediados de este mes un texto que es un auténtico regalo para todos los que se mueven con cierto sentido entre libros.

Nos invita a leerlo con cierto aire de confidencia y una postura vital de intimidad.

Intimo_Charlyr - [cGaleano]

(Charlyr – [cGaleano] )

Qué es una librería: una librería, una invitación constante a la fantasía, y como dice Aristóteles que nadie piensa sin fantasmas, una invitación al pensamiento, y a la acción.

Recoge, además, un bello texto de Victoriano Colodrón, Un niño en la casa de las palabras, del que ya en su momento nos hicimos eco.

Un buen regalo para este 25 de diciembre.

¡Disfrutadlo!

 

¡Viva el libro de papel!

A través de los paradigmáticos me reencuentro con Paco Puche y sus lecturas impertinentes pero siempre pertinentes y atinadas.

En esta ocasión, como en tantas otras, merodeando alrededor del libro y dando algunos toques de atención en torno a las profecías autocumplidoras falsas tejedoras de futuro. No dejéis de leer los seis argumentos a favor del libro en soporte papel que deja caer…en la segunda parte de su artículo.