Escribía José María Lassalle en junio e 2012 en el Plan estratégico 2012-2015
Por eso, el primero de los proyectos de este objetivo pasa por modificar la actual Ley de Mecenazgo y convertirla en una auténtica ley de participación social en los ámbitos de generación y programación de la actividad cultural, con el objetivo específico de aumentar el atractivo fiscal de los incentivos al mecenazgo y el retorno en prestigio del ejercicio de responsabilidad cultural. La modificación de la ley, que se ha planteado desde la perspectiva múltiple que pueden aportar los sectores de las bellas artes, las artes escénicas y la música, las artes audiovisuales, la creación literaria y las industrias culturales, se complementará con el diseño de programas prioritarios de mecenazgo que dinamicen las áreas de conservación, difusión e innovación cultural, con la elaboración de guías que permitan facilitar a los operadores culturales la captación de recursos o la gestión de acuerdos de patrocinio con instituciones públicas y privadas.
Finalmente, apoyar a los creadores es, sin duda, obligación y compromiso, pero también aquí resulta imprescindible modernizar los modelos de negocio de las industrias culturales y creativas, fomentar la oferta legal de contenidos digitales y, por supuesto, reforzar el marco jurídico para la protección de los derechos derivados de la propiedad intelectual.
En los últimos días parece que dos de los grandes objetivos de ese plan se quedarán en gran parte por el camino. Se dirá luego que se han hecho otras acciones que aparecen en el plan pero en el conjunto del sector, como ya se va viendo aumentará la sensación de que nada se ha sido incapaz de abordar lo sustancial.
Ya hemos visto que por el camino, la variante ‘participación social’ que también iba en la ley como propuesta se ha perdido por el camino y así nos quedamos sólo con que la culpa es de Montoro porque básicamente ya sólo hablamos de ‘incentivos fiscales’ y si no hay reforma fiscal no hay mecenazgo, aunque se nos pretenda vender que una reforma sustituye a una propuesta de Ley.
Proyecto 4.1.1
Aprobación de una ley de participación social y mecenazgo
Como al parecer sólo importa la pela, ahora anuncia que habrá más pasta en los presupuestos del año que viene en modelo ‘limosnilla y a callar’.
Pero no queda ahí el tema. Parece que Lassalle lleva una mala temporada y también anda con La Propiedad intelectual y sus derivadas en el alero. Así que su Linea estratégica 5.3 parece también ir derrapando.
Ahora bien si Lassalle ha pinchado en su mayor empresa al igual que Gallardón pinchó en la suya ¿no debería ir circulando también en la misma dirección?
Quizás así se libre de un año que se prevé caliente
La salida, aunque fuera un reconocimiento claro de que en los gobiernos la ‘pela’ siempre puede más que la creación, probablemente le honraría, pero… me huelo que seguirá viviendo feliz en su autojustificación del ‘yo lo intento, pero no me dejan’.