Cuando salió publicada la edición en euskera del último libro de Anjel Lertxundi apunté ya en mi word especial de lecturas pendientes la referencia del mismo para comprarlo cuando se editara en castellano.
Luego la vida o los libros, quién sabe qué, son caprichosos y parecen a veces acercarse en momentos especiales o llegar en el momento preciso.
Algo de esto ha ocurrido con este libro.
Al volver hoy a casa sabiendo ya desde hace unos días que será un verano con tiempo y largas horas tranquilas me encuentro con la agradable sorpresa que me hace llegar la familia Sílex (Ramiro, Cristina, Marina…)
También para mí, como escribeAnjel (pag. 48), la lectura es un calmante y quizás los amigos de Sílex se han adelantado y me han mandado parte de mi dosis para este verano.
¡Mil gracias a ellos por la ‘medicación’ y a Anjel por ese regalo de libro y de vida!