Solidaridad anónima. Mila esker Anjel Lertxundi!

Domingo a la mañana en medio de unos días que me-nos obligan a vivir a otros ritmos, pendientes de los mayores, saltando un poco de sorpresa en sorpresa, con noticias a ratos que no esperamos y que hacen cambiar el sino de los días venideros.

Estoy leyendo con tranquilidad el periódico El Correo y me encuentro con el artículo de Anjel Lertxundi que lleva por título Solidaridad anónima. El artículo, como él mismo señala, es el epílogo de Zu ( en castellano), un libro que también me (nos) acompañó en otro momento duro e intenso vitalmente.

Ahora, hoy, me encuentro con este bello y profundo epílogo, que como he sentido en otras ocasiones llega como la lectura precisa para un momento vital concreto.

Si podéis haceros con el artículo, reflexión sobre una profunda, por vivida con sentido, experiencia vital y un reconocimiento, de ahí la solidaridad anónima, del papel que todos los ciudadanos y nuestros impuestos juegan a la hora de hacer frente en momentos de enfermedad al cuidado y cura, si es posible, de la misma.

Os dejo aquí dos citas del mismo…

«La voluntad de vivir -la frontera que, como tantos otros enfermos, ella había marcado entre la vida y la muerte- se sobreponía a las dificultades, y el sentido más profundo de nuestro ser en el mundo se convirtió en algo práctico, urgente y solidario, totalmente ajeno a las elucubraciones retóricas a las que somos proclives cuando nada nos va en ello. Y hablábamos sin tapujos sobre la enfermedad y el final. No estábamos solos».

«Petrarca en un verso muy citado pero mal comprendido, decía que una bella muerte honra toda una vida (un bel morir tutta una vita onora), y ciertamente, todos soñamos con una hermosa muerte, sosegada y breve, sin dolor, pero es la belleza atesorada en lo vivido, tanto en la salud como en la enfermedad, lo que puede dar sentido a nuestro paso por el mundo y la propia muerte.»

Mila esker Anjel!

Mientras… Faustino Guerau

Una sencilla y agradable comida.

Una buena conversación.

Un libro que vuelve. Necesito comprobar una cita que ahora no encuentro. Pero, en el hojeo del mismo, me reencuentro con un texto de 1979 que sigue manteniendo su validez y su sentido.

Los hilos de las conversaciones, a veces son caprichosos.

Aunque el mundo actual desoriente y amenace con su revolución científico-técnica (manipulada por la clase dominante) y las consecuencias ideológicas y prácticas que de ella derivan, no es conveniente que nos convirtamos en unos ácratas desorientados, sumergidos en sentimientos oceánicos de importencia, de absurdo, de pánico y horror cósmico…

Mientras las grandes potencias planifican los viajes interplanetarios y la estancia de las élites viajeras en hoteles estelares, más allá de la tierra, nosotros podemos coger el tren de cercanías, apearnos en la pequeña estación del pueblo, e ir a cultivar el huerto que rodea la casa de fin de semana, levantada a pulso con nuestras manos o con las letras pacientemente pagadas durante años.

Mientras las grandes potencias y las clases dominantes luchan por modificar la correlación de fuerzas internacionales para aterrorizar a la humanidad y meterla en su puño, nosotros podemos seguir confiando en la vida, que es más poderosa que los cerebros megalómanos, y podemos mejorar nuestra convivencia cotidiana, nuestra relación de amistad, la biografía familiar, la presencia vecinal en nuestro barrio.

 Mientras los cerebros electrónicos congelan el mundo, nosotros podemos continuar sintiendo que la sangre corre por nuestras venas, que el corazón sigue latiendo, que la salud o enfermedad nos acarician o amenazan, que la vida de nuestros seres queridos se acaba (y va a continuar para siempre en el fondo del alma), que la vida tiene alegrías y penas que la convierten en una aventura digna de ser vivida.

Mientras las grandes cadenas de información manipulan los datos para manejar a la humanidad ideológicamente, nosotros podemos seguir avlorando las conversaciones amistosas, las tertulias, las largas veladas de los sábados, después del trabajo de la semana.

Mientras los grandes monopolios hacen sus cálculos despojadores de la humanidad, nosotros podemos seguir haciendo la cuenta de la vieja para ver si llegamos a fin de mes y podemos ahorrar un poco para comprar un traje nuevo o hacer vacaciones cuando termine el curso…

Todo esto que acabo de decir, puede constituir una terrible alienación, un espíritu pequeño burgués, pretendido explícitamente por la ideología dominante, pero puede significar también un espléndido desafío a los manipuladores de la humanidad, esa especie de monstruos de rostro maquillado y alma necrófila que saludan y hablan desde cien micrófonos porque su voz es demasiado débil para poder aplastar la intimidad humana. Depende de la postura que uno adopte ante el mundo y sus avances científico-técnicos.

Para que nuestra actitud sea desafío y no dominación, han de cumplirse varias exigencias:

  • No se ha de disociar la vida privada de la pública. Lo que aquí se sugiere es valor para estar «por encima de…» no «al margen de» la vida pública.
  • No se ha de vivir asfixiado en lo cotidiano, ni evadido de lo que ocurre en el mundo. Nuestra casa ha de tener amplias ventanas para ver cotidianamente todo lo que ocurre: prensa, radio, televisión, revistas con análisis internacionales bien seleccionados…
  • No se ha de ser insensible a la problemática real del mundo: el peligro de guerra nuclear, de tecnificación alienante, de invasión de la propia intimidad a través de la cibernética, de la contaminación ambiental… han de conmocionar nuestra individualidad, hallar eco emocional en nuestro cuerpo; pero nos ha de quedar un reducto insobornable capaz de tomar distancia ante estas situaciones-límite sociales. (Faustino Guerau; La vida pedagógica; Roselló Impresións; pa. 29-30)

Pender de un hilo

La vida es también frágil.

Pasa uno un rato de la tarde escuchando las sugerentes reflexiones sobre la vida y la literatura de Luisa Etxenike, César Coca y Pedro Ugarte con motivo de la última novela, Absoluta presencia y al poco de salir del acto, mientras tomo un vino y charlo me entero que de nuevo la vida de L cuelga de un fino hilo…

Nadie parece todavía explicarse cómo es capaz de aferrarse en su debilidad a algo al mismo tiempo tan débil y seguir tejiendo vida…

Este hecho, como ayer se hablaba, para nada cambia la cotidianidad vital del resto de la humanidad, de la mayoría de los otros.

Quizás madurar es aceptar también la irrelevancia vital para casi todos…

Espero que por ahora el hilo no se rompa…

Ya ves lo ingenuos que somos. Tendemos a creer que los asuntos propios, los verdaderos, son acontecimientos de relevancia mundial. (Sandor Márai; La mujer justa; Salamandra, pag. 32)

Momentos de cariño, ilusión, emoción y amistad…

El miércoles pasado Bilbao atardeció húmedo y desapacible.

Quizás por ello muchas fuimos a arroparnos a Sarea al calor de los amigos, la compañía y el verso.

Hubo mucha emoción contenida y desbordada. Dependió del momento y las personas. Muchos guiños cómplices.

Uno de esos pocos momentos que quedan para siempre, sintiéndote cómplice y partícipe de un instante especial.

Víctor congregó a mucha gente.

Se emocionó y nos emocionamos. Había y hay mucha vida vivida y compartida.

Ahora que en unas horas viajaré para celebrar también un momento especial mañana sábado con buenos amigos no está de más que este texto una momentos vitales significativos con un poema de Víctor de El libro de los días.

 

VERBOS

Disfrutar

Degustar

Escuchar

Retener

 

Conjugar

tu sonrisa

limpia

como el cielo azul

como tus ojos

claros

Un gozoso instante mañanero

El secreto de una vida plena no se halla en lo que está por venir, sino en aquello que en este preciso instante estamos escribiendo en nuestras vidas. (Anjel Lertxundi; Tú; Erein; pag. 246)

Sábado fresco y soleado.

El martes pasado me dijeron que si podía acercarme hoy hacia el mediodía que lo hiciera.

Allá que me he bajado… y al rato me he encontrado con esta dulce y agradable sorpresa.

No voy a entrar en los detalles que aquí y ahora no son lo importante.

Diré sólo:

  • Que me ha emocionado, conmocionado y ha sido un momento feliz, un pequeño regalo vital.
  • Lo que puede llegar a decirse con un detalle fruto del trabajo hecho con las manos.
  • Qué gusto cómo viene alguna gente joven…
  • Qué buenos los proyectos sin techos de cristal con mujeres al frente y en el equipo. Hay, cada vez lo tengo más claro clarinete, una mirada más humana, más cuidada.
  • Y terminaré… con un ¡Gracias a Nagore y a todo el equipo de Charamell!

Es a través de los detalles como se puede mostrar el mundo entero ya que dentro de una gota de agua hay un universo entero. (Ryszard Kapuscinski; Los cínicos no sirven para este oficio, Anagrama, pag. 17)

Celebrar las ganas de vivir y el futuro con sentido del humor

Domingo de reunión familiar y momento de celebrar la vida, las futuras generaciones y de reconocer a las mujeres de la familia, cuatro en esta ocasión.

Color y costumbrismo bilbaino para este domingo en el que nos juntaremos para compartir mesa y mantel. Dentro de la bolsa de Arrese cuatro clásicos: Rusos, palmeras de chocolate, macarrones y pasta de piñones.

… éramos los únicos con sentido del humor. No consiste en contar cosas graciosas aino en una mezcla de sabiduría y carácter, de entender y vivir la vida con resignación y entereza, de no tomarse en serio a sí mismo, ni mucho menos a los demás, de ver el lado absurdo de las cosas sin sobresaltarse, de cultivar el desapego, de ser sencillo y natural además de comprensivo y paciente con los defectos de los demás, como éramos nosotros en definitiva, personales geniales y sencilla. (Manuel Arroyo-Stephens; Pisando ceniza; Turner; pag. 338

Siempre quedan las vivencias…

Escapada casi sin planificar. Conveniente para romper el ritmo y poner un poco de distancia.

En todas las vidas, en el fondo de todas las vidas, existe una persona, una situación, un recuerdo que se refleja en las experiencias posteriores de la vida y la conciencia: los padres, los amigos de infancia, el ambiente de la ciudad natal siguen siendo nuestros compañeros de viaje aunque el camino de nuestra vida discurra por el ancho mundo. (Sándor Márai; Lo que no quise decir; pag. 74)

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El cuidado son los otros…

Dura tarea la de morir, cuando se ama tanto la vida. (Simone de Beauvoir; Una muerte muy dulce; Edhasa; pag. 113)

Antonio Rodríguez de las Heras, escribe casi al final de su artículo de hoy, Papel mojado, lo siguiente:

Así que la mejor forma de preservar la palabra de esta persecución fue hacerla tan intangible e invisible como la memoria, es decir, que reposara no sobre el papel, por protegido que estuviera con unas cubiertas, y en un lugar oculto, sino en la red de neuronas de los cerebros de los hombres libro.

 

Al final, menos el otro, el tú que nos hace yo y sin el cual el yo no existe que diría Buber, todo lo demás son mediaciones que seguirán mutando.

En lo fundamental de la vida, que es la falta o el dolor sobre la misma o el dolor que nos producen sus condiciones bloqueadoras de una vida plena, es el tú, los tús o unos otros que no todos, los que nos cuidan y a quienes cuidamos, con quienes intentamos preservarnos.

Escribo esto conmovido por muertes cercanas, por dolores vitales de amigos que hacen que el centro se vuelva a resituar.

Ella nunca pregonaría. “¡qué feliz soy!”. Es mucho más enigmática y mucho más clara que eso: sabe hacer felices a los otros. ¿Quién puede lo segundo sin lo primero? (Ángeles Mastretta; El cielo de los leones; pag. 227)

http://www.bez.es/908946449/Papel-mojado.html

Cómo informar-comunicar en situaciones complejas

Toda mi vida he tenido una familiaridad con la enfermedad. La enfermedad me ha permitido evitar la desmesura. Yo hubiese sido mucho más frívolo sin ella. El sufrimiento puro no sirve para nada, pero es un recordatorio de la finitud de las cosas. La vida puede ser a veces muy gozosa y a veces muy dolorosa. Son el haz y el envés de la misma realidad. (Salvador Pániker en César Coca; Entrevista con la cultura; pag. 116)

Me he preguntado a menudo en qué disyuntivas, con qué dudas y también con qué punto de confianza y seguridad se mueven los, entre otros, profesionales sanitarios cuando tiene que adelantar un diagnóstico que supone un deterioro claro de la calidad de vida de un paciente o, también, de un riesgo para la vida del mismo.

Cuando se vuelve a producir una situación de este tipo, hoy mismo por no ir más lejos, la pregunta me vuelve a venir a la cabeza.

Cuando hablaba hace un rato con la persona que ha recibido la noticia, pensaba que quien se la había trasmitido había demostrado por lo menos cuatro características importantes para que la persona que escuchaba la información reaccionara con cierto sosiego después del shock inicial: tranquilidad hacia el paciente, claridad en la información transmitida, diligencia en las decisiones y disponibilidad.

Y ahora, y aunque pueda sonar extraño…¡manos a la obra!

Las cosas son como se presentan. (Henning Mankell; La leona blanca; Tusquets, pag. 344)

La vida lenta

Es el título que llevan las Notas para tres diarios de Josep Pla (1956, 1957 y 1964).

Cuando el libro apareció me lo apunté en mi lista de pendientes. Utilizo ya desde que ha salido para esa tarea la aplicación QueLibro de la librería Cervantes. Así que los días que anduve por Barcelona aproveché para comprarlo.

Mi padre fue siempre un lector de Pla y parece que como él también elaboró sus ‘notas’, que guardo como oro en paño. Quedaron en eso, en notas que reflejaban su cotidianidad muy particular.

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En ellas, siempre en dietarios del mismo tamaño, va apareciendo su vida en los detalles aparentemente más nimios y la de los que la vivimos con él que éramos parte de su circunstancia vital.

Su vida, la de mi padre, tuvo por necesidad que ser lenta, pero, en esa lentitud encontró su profundidad y su sabor. Casi como el Pil pil del que ayer hablaba.

Escribe Xavier Pla en la introducción a La vida lenta.

… la vida cotidiana es un nivel de realidad, que la vida de cada día tiene un movimiento interno que hay que saber captar y, en definitiva, que la cotidianidad no es tan trasparente ni tan evidente como puede parecer, que en ella palpita algo opaco e inefable. Esto es lo que supo ver Joan Ferraté, con gran inteligencia, en su comentario crítico de la novela La calle estrecha:

Reside en lo cotidiano un prodigioso poder de nostalgia; en él se hace extraordinariamente intenso el sentimiento de derelicción y soledad que empapa minuto tras minuto la vida del hombre.

Trozos de una vida que aparecen…

Pil…pil…

Se dice que la paciencia es la madre de la ciencia.

Judith Rodríguez también pedía ayer un poco de paciencia.

Dice la R.A.E.

paciencia.

(Del lat. patientĭa).

1. f. Capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse.

2. f. Capacidad para hacer cosas pesadas o minuciosas.

3. f. Facultad de saber esperar cuando algo se desea mucho.

4. f. Lentitud para hacer algo.

Ayer a la tarde y hoy a la mañana han estado unos amigos por Bilbao. No mucho tiempo, pero sí el suficiente para conversar, todo es cuestión de dormir un poco menos, pasear y catar.

Al fin y al cabo a los pintxos yo creo que les pasa como a los libros. Son también una excusa para la conversación.

Cuando ya nos dirigíamos hacia su coche, casi al paso, he visto en el histórico Monty una bandeja de pintxos de bacalao al pil pil que demandaba nuestra atención.

pilpil

Ya El Correo contaba hace unos años que utilizan el método tradicional para ligarla: moviendo el bacalao en la cazuela poco a poco, en círculos, sin brusquedades. Todo ello va provocando la ligazón, la mezcla aparentemente imposible, el muy suave burbujeo que va pil pil pil pil….

Hay más. En el fondo es una salsa sencilla. Necesita solamente el propio producto, el bacalao, para aprovechar su gelatina, un buen aceite, ajos y, si se quiere, alguna guindilla.

El de hoy ha sido un pequeño bocado espectacular.

Así que me he quedado con la copla de algo ya sabido pero que no está de más recordárselo para uno.

Recetas para que los proyectos y las relaciones funcionen.

– Tiempo.

– Poco a poco.

– Lentitud.

– Minuciosidad.

– Espera…

– Sin brusquedades.

– Pocas sofisticaciones. Las materias base

– Sin calentones. Siempre fuego pausado.

-…

Pensaba también en los nuevos ayuntamientos. Ojalá les vaya bonito. Pero la mayoría de los pactos se han hecho a fuego fuerte para ahorrar tiempo. probablemente muchos de ellos se secarán, perdrán el sabor de lo nuevo con rapidez. Se convertirán rápidamente en producto rancio y… acabarán caducando.

Algo parecido pasa en el mundo del libro. La prisa sigue estando a la orden del día. Mal caldo de cultivo para las buenas recetas.

Por eso en comida cada vez se ven menos pil-piles que merezcan la pena y en el sector menos libros bien hechos.

Ya decía Alejandra en Pizca de sal.

Ni en el amor ni en la cocina se debe ir con prisas…

Así que voy a ver si profundizo en el sosiego pilpilero.

Historias con principio y final. El Kokken como testigo

La vida de cada persona está llena, plagada de pequeñas y grandes historias.

En mi caso, hoy en un día florido soleado en Bilbao, el sol, la luz y las flores son buenos aliados,

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ha terminado una histroia que empezó el 5 de octubre de 1987.

Los sueños de aquel entonces se convirtieron en su momento en realidad y ahora ya, la misma, ha terminado definitivamente.

Cerrar esa historia con buena conversación, un aperitivo sosegado y con solecito ha estado bien.

La terraza del Kokken se ha convertido sin quererlo en testigo mudo del acuerdo y del apretón simbólico de manos convocándonos a un nuevo encuentro, pero ya en otro estado.

Y… ahí lo dejo. Que cada uno lea y entienda lo que quiera que para eso son las historias que van conformando nuestra vida.

Hay días en los que la gente tiene la sensación, de una manera intuitiva pero segura, de haber recibido alguna señal, algún mensaje, algo que va a influir directamente en sus vidas; no se sabe con certeza cuál es esa señal, pero se intuye que el momento ha llegado, se ha materializado y casi se puede oler. (Sandor Márai; ¡Tierra, tierra!; pag. 11)

¿A freir espárragos?

He estado esta semana de lunes a jueves en Madrid.

Entre otras cosas para asistir al enriquecedor encuentro entre Revistas Culturales y Bibliotecas del que hablaré más pausadamente en los próximos días.

Ha sido también tiempo aprovechado para hablar de proyectos, afinar alguna iniciativa que verá la luz a lo largo del mes de mayo y estar con personas a las que aprecio y quiero.

El jueves, día de vuelta, se cruzaron algunas situaciones que ponían a algunas personas en ese punto vital de ‘mandar todo a freir espárragos’.

Por suerte la primavera amaneció con buenas noticias y así los espárragos con los que me vine a Bilbao acabarán hoy en la cazuela pensando en ellos.

Foto0413A la vuelta en el autobús me devoraba la última novela de Anna Gavalda, Billie y entre sus páginas me encontraba con esta frase:

… la vida me había enseñado que era mejor no pedirle demasiado. Lo que acabábamos de vivir era como un regalo. (pag. 95-96)

Ayer, ellos, también tuvieron su pequeño regalo que, por ahora, les sitúa más en la óptica de los espárragos cocinados que mandados a freir.

 

Dejarse llevar y disfrutar de lo inesperado

El día de hoy ha sido una pequeña caja se sorpresas.

Todas ellas agradables.

Todo empezó con una llamada inesperada hace unos días con una invitación para vernos. De esas que no te la esperas, pero que te apetece.

Y casi, casi como siguiendo la sorpresa, poco antes de salir para la comida un amable transportista de SEUR me entregaba un paquetito.

Así que en este cruzar de llamadas y paquetitos en una tarde lluviosa que ayuda a la pereza para quedarse en casa y no salir a andar me quedo a disfrutar de los tres regalos que por ahora el día de hoy ha traído:

1. Alguien se ha atrevido a poner música a un ratito de mi vida con Live At Blues Alley de Eva Cassidy. Me gusta todo lo que he escuchado de esta mujer, pero esta canción, en especial, me sigue poniendo los pelos de punta.

2. He disfrutado de comida y conversación con excelentes personas sobre la vida de verdad.

3. He podido soñar despierto y en compañía sobre proyectos y posibilidades.

Y ahora ya en casa tranquilo sigo escuchando la música y sin lavarme la boca para seguir disfrutando del sabor que el día va dejando.

La vida…. amar….

Pensando en los próximos días…

Dos regalos de dos amigas que me llegan a través de esta red de redes.

Uno publicado y compartido en lo público y que me trae recuerdos recientes de ‘borreguitos’ compartidos.

Olas de Alejandra Díaz Ortiz.

Ya lo dice ella: Habrá que esperar la próxima marea.

Otro, una canción

Aquí la letra.

Gracias por hacérmelo llegar.

Ordenadores, tecnología y humanidad

Nuestra vida intelectual y social, al igual que nuestras rutinas industriales, pueden acabar reflejando la forma que el ordenador les impone. Lo que nos hace más humanos, había acabado creyendo Weizenbaum, es lo que menos tenemos de computable: las conexiones entre nuestra mente y nuestro cuerpo, las experiencias que conforman nuestra memoria y nuestro pensamiento, nuestra capacidad para las emociones y la empatía. El gran riesgo al que nos enfrentamos al implicarnos más íntimamente con nuestros ordenadores -al pasar por cada vez más experiencias vitales a través de los incorpóreos símbolos que parpadean, vacilantes, en nuestra pantalla- es el de empezar a perder nuestra humanidad, a sacrificar las cualidades que nos separan de las máquinas. La única manera de evitar ese destino, escribió Weizenbaum, es tener la conciencia y la valentía de negarse a delegar en lor ordenadores las más humanas de nuestras actividades mentales e intelectuales, en particular ‘aquellas que requieren sabiduría…

El precio que pagamos por asumir los poderes de la tecnología es la alienación, un peaje que puede salirnos particularmente caro en el caso de nuestras tecnologías intelectuales. Las herramientas de la mente amplifican y a la vez adormecen las más íntimas y humanas de nuestras capacidades naturales: las de la razón, la percepción, la memoria, la emoción.

(Nicholas Carr; ¿Qué está haciendo internet con nuestras mentes? Superficiales; pag. 249 y 253)

Lo posible y la libertad ilusoria

Lo posible libera y oprime al mismo tiempo. En la práctica, la mayor libertad no está en que todo sea posible. Y esto, no sólo por el costo excesivo de analizar fríamente todos los casos, ni por la confusión emocional de no saber cómo escoger, sino porque el trato con lo posible cambia. Deja de ser concreto (sumergirse en esta o aquella experiencia con todas sus consecuencias y responsabilidades prácticas) para volverse abstracto: la contemplación distante de una serie infinita. Que todo sea posible da una libertad ilusoria. La libertad concreta se da en el trato concreto con posibilidades concretas; y, como cada una exige tiempo y dedicación, tienen que ser pocas… Tratar con miles de personas (por respetuoso y bien intencionado que sea el contacto personal) es tratarlas como abstracciones… Las capacidades de atención, memoria, análisis, aprendizaje y creación, no aumentan por el hecho de operar en gran escala. Aumentan las opciones, lo cual puede ser enriquecedor. Pero cambia el trato con las personas y las cosas, lo cual suele ser empobrecedor. Lo concreto se vuelve mera posibilidad; lo cercano, distante; lo personal, impersonal; los nombres, abstracciones del anonimato o la celebridad; la convivencia, relaciones públicas. (Gabriel Zaid; El secreto de la fama; pag.98-100)

¿Qué nos deparará el 2013?

OLYMPUS DIGITAL CAMERA¿Uno puede abandonar su destino? No lo sé, lo que de verdad uno no puede abandonar es el asombro por la belleza que nos rodea o la excitación por las cosas que nos esperan a la vuelta de la esquina….

Soñar es libre, soñar es gratis, soñar es una sonrisa.

(Kepa Murua; 1996/2004. Los pasos inciertos; pag. 207 y 232)

«El tiempo que como individuos nos ha sido concedido podemos convertirlo en una pequeña obra de arte. Hay otros mundos (hermosos) y están en éste» (Paco Puche en Memoria de la librería; pag. 90)

Echando la vista atrás para mirar hacia delante

Últimos días de un año.

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Fin de un ciclo e inicio de otro. Escuchando, mientras escribo a Stacey Kent y girando la vista para recuperar pizcas de vida de este año pasado que van ya conmigo hacia delante.

– Mantener amistades que me acompañan.

– Los Años compartidos con la ‘mamma’.

– La celebración del cumpleaños.

– La vida que se fue y la que queda.

– Los nuevos encuentros o reencuentros.

– Lo aprendido en el trabajo.

Y más pequeños detalles que se vienen conmigo para un 2013 ligero de quipaje.