En las librerías o lectorerías, el orden de los factores… sí altera el producto

libreria400añosSiempre me gusta de cara a una charla, encuentro o conversación prepararla con algunos hitos que me resulten sugerentes, fruto de algunas lecturas y relecturas. Así pensando en la jornada del próximo jueves 12 en Madrid, Librerías 400 años después, me encuentro con algunas reflexiones que me resultan sugerentes.

Aquí os las dejo:

  • Primera cita:

El sábado la librería se convierte más que nunca en lo que siempre hemos ambicionado, un punto de encuentro fortuito, un lugar para el diálogo. Nuestros clientes, nuestros lectores, se dan cita en la librería, se reúnen en pequeños grupos. Libros y política son el objeto de diálogos improvisados. Nosotros compartimos con ellos nuestras lecturas, nuestra agenda de actividades, nuestros hallazgos, nuestros encuentros artísticos, las películas, la música. Esta convivencia proviene de cierto arte de vivir generacional. Queremos recuperar la labor esencial del oficio, su mundo. Al mismo tiempo, queremos ser lo más respetuosos posible con los gustos del lector, dejarlo que escoja en total libertad.

No daré más pistas ya que se trata de una de las próximas novedades de Tipos móviles. Las negritas son de un servidor.

  • Segunda cita

Uno de los efectos más prominentes de la glocalización consiste en mantener la condición humana suspendida entre dos universos, sujetos cada uno a conjuntos radicalmente distintos de normas y reglas. A diferencia de lo que ocurre en el «espacio de flujos»,  en el de «lugares» los seres humanos tienen la oportunidad de confrontarse como personas, es decir, como vecinos, compañeros de trabajo o de escuela, conductores de autobús carteros, tenderos, artesanos, camareros, dentistas….con algunas de esas personas se confrontan como amigos, mientras que con otras lo hacen como enemigos, pero, en cualquier caso, son amigos o enemigos «personales», y no especímenes estereotipados de una categoría abstracta, anónimos e intercambiables. (Zygmunt Bauman en Estado de crisis; pag. 154)

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2020. Cuidado con los que nos quieren distraer de la realidad

Aharón Quincoces nos avisa de la inutilidad de fijarse horizontes inútiles. Juega con el 2020.

Es todo de tal inutilidad que lo que algunos predicen como salto en la teórica comercialización ya parece ser superado por la producción.

En cualquier caso, ninguna de las predicciones nos asegurará más lectores.

O dicho de otra manera:

La innovación tecnológica, si no es innovación social plena, puede quedarse en pura, estéril y hasta peligrosa maquinaria.

Cada vez se van escuchando más voces contra el dogma digital. No hay nada más dogmático que un profeta que nunca acierta.

Si además como dice Santi Eraso… la promesa formidable de la revolución digital ha quedado en entredicho a causa del proceso de acumulación monopolística al que está siendo sometido… Porqué seguir fiándonos de aquellos que nos distraen de la realidad y del día a día.

Es, también, lo que el PP y algunos otros han intentado hacer hasta la fecha…