A veces las visitas parecen tener efectos inesperados.
Parece que recientemente Amazon ha organizado una visita a sus almacenes en España para uso y disfrute de los medios de comunicación.
¿El motivo? Parece que doble:
– No esconder nada.
Esta visita a los almacenes de Amazon se produce cuando el libro acaba de ser publicado en España por Trama editorial. François Nuyts, country manager de Amazon Spain Services, lo desmiente: «No escondemos nada. Lo único que podemos hacer es seguir abriendo las puertas y enseñándolo».
– Autopromoción para su ‘campaña de navidad’.
Nos cuentan qué es lo que más vendieron las navidades pasadas y entre sus éxitos de ventas comprobamos que no hay ningún libro.
Entre los más vendidos en la anterior campaña navideña: los distintos modelos de Kindle, la tableta de Samsung, el Sony Xperia S, cámaras de fotos, un robot aspirador y el videojuego Call of Duty Black Ops II.
Curioso. No hay ningún libro. de hecho parece que es más negocio para ellos los ‘comodity‘ que los contenidos.
Lucía González, la periodista se queda, parece, con una sensación curiosa de la visita.
Pero, más allá del tour promocional, o a consecuencia del mismo nos enteramos de algo que me parece más sugerente, según recoge Economía digital.
Y parece que no lo dice un cualquiera, sino alguien que sabe lo que piensa y ocurre en la casa, François Nuyts, Director General de Amazon España.
Así que el planteamiento de la compañía parece claro en lo electrónico. Yo te vendo la ‘casita Kindle’ y ahora te alquilo los ‘muebles-contenidos’ que nunca serán tuyos. Ahora bien, como el alquiler en España me sale caro, te lo alquilo desde Luxemburgo que me sale más rentable.
Así que, curiosamente, mientras quien vende casitas, léase Koro Castellano, habla de libro electrónico y patrocina congresos, el que ‘alquila el contenido’ dice que la casita no vale para tener libros electrónicos. Es el juego del trilero.
Yo creo, en cualquier caso, que al señor Nuyts no le falta razón. Él no quiere engañarnos con el uso del contenido, aunque trapichee con los Ivas y con entramados empresariales bastante opacos, pero de esto mejor que se encargue el señor Montoro.
Las autoridades francesas e incluso las europeas empiezan a tenerlo bastante claro y reafirmar que el contenido con preservativo no es un libro o, por lo menos, no debe tener los parabienes fiscales de un contenido que debe tener la posibilidad de ser compartido una vez que es nuestro, bien por la compra personal o bien por su uso como ciudadanos en una biblioteca pública.
Es cierto que esto choca con la actual legislación española y el concepto de libro. El problema que tuvo esta legislación es su no contextualización. El libro, tal y como lo hemos conocido, y según Amazon tal y como sigue siendo, es un objeto mediador entre uno o varios creadores y los lectores. Se ha afirmado en ocasiones que los libros no leídos no son realmente libros, en el sentido de que esa mediación no ha sido capaz de unir a los dos destinatarios.
Igualmente se ha aceptado la posibilidad de que ese elemento mediador, sirve vía préstamo, regalo, club para compartir y contrastar con otros que nosotros elegimos.
Estas posibilidades en general quedan imposibilitadas en los actuales modelos de negocio electrónico.
En cualqier caso el señor Nuyts habla con criterio: yo no vendo libro, sino servicios. Habrá que ver lo que dicen ahora los editores que dicen que editan y venden libros electrónicos o digitales.
¿Qué nos venden? ¿Libros o servicios? Quizás todos nos estén intentando alquilar o vender su moto.
Pingback: Amazon deja de vender libros electrónico...
Fabuloso el subtítulo de la noticia. Así que tributar al 3% en lugar del 21% es un 18% de ahorro en impuestos; y, nada menos, lo publican un dirario sobre «economía». Me parto… como todos ustedes descubrirán cuando hagan el cálculo, el ahorro es prácticamente del 86%. Una minucia.
Amazon nunca ha vendido libros digitales en la Europa continental por una cuestión cronológica algo divertida. Quien dijo que un e-book no es un libro sino un servicio no fue Amazon, sino la Unión Europea, que asimiló el libro digital a software y como tal a un servicio. Amazon se aprovecha de eso y de la laxa legislación europea, que permite la competencia fiscal entre Estados.
Pingback: ¿El ebook muere para dejar paso al gamebook? Todo tiene sus consecuencias | Valor de cambio